LA PROMESAPrometo no expiar jamás mis culpas,al amparo de quiméricas sombrasque me salven de un desahucio merecido.
LA PROMESA
Prometo no expiar jamás mis culpas,
al amparo de quiméricas sombras
que me salven de un desahucio merecido.
Prometo no buscar en otros puertos
las costas de El Dorado,
a través de caricias sin sentido.
Prometo ser fiel a la cordura
e instituir la ley de tu cuerpo
como dogma de fe de mi locura.
Sí, prometo no expiar jamás mis culpas,
ni amarrarme a otros puertos.
Prometo ser fiel a la cordura.
Poesía serena, desnuda y libre de barroquismos y virtuosismos, original y brillante, que mantiene intacta su visionaria intensidad, su fuerza desafiante, su juvenil esplendor.
Manuel Villar Raso
Poesía urgente, que a veces nos quema las manos y a veces, nos calienta el corazón.
Isabel Rodríguez
Nos deja muy claro Rafael Calero Palma, con su literatura directa al mentón (también están presentes de forma implícita en su obra, Mike Tyson y Jack Dempsey), lo que ya intuíamos hace algún tiempo: que la vida es muy cabrona.
Fernando Barbero Carrasco
Rafael Calero Palma utiliza un estilo directo, no exento del recurso a lo simbólico, que te va cautivando a medida que pasas página.
María Jesús Castaño
Quienes conocemos la obra poética de Rafael Calero Palma, sabemos perfectamente que, sin dejar de ser uno de los medios de expresión más íntimos, es la suya una poesía intensa, sin falsos ambages líricos, una poesía de verbo contundente y claro, lanzado hacia el centro de flotación de nuestro imaginario lector para que nunca olvidemos, al contrario de lo que sutilmente afirmaba Jorge Guillén, que el mundo está mal hecho y es deber irrenunciable de todos conocerlo a fin de desenmascarar las mil y una falsedades en que tan reciamente se sustenta.
Miguel Ávila Cabezas
Poemas que son duros y de bordes lacerantes. Versos que consiguen agitar algo muy dentro del lector.
Juanfran Molina
PÁJARO DEL AMANECERHuye pájaro al alba que reclamaun día de infinito. Sube luegovolando hasta la altura donde el fuegose enciende con la hoguera de esa llama.
PÁJARO DEL AMANECER
Huye pájaro al alba que reclama
un día de infinito. Sube luego
volando hasta la altura donde el fuego
se enciende con la hoguera de esa llama.
Elige la materia que se inflama
en tus alas de niebla. Toca el vuelo
donde ser libre es cielo de tu cielo,
donde te ocultas libre en cada rama.
Corre pájaro al viento. Corre al frío
de los páramos dulces. Sube al río
donde la transparencia ha sucumbido.
Déjame estar al borde de tus alas,
en el olvido por donde resbalas
a la sombra escondida de tu nido.
EL VERBO HECHO VERSOMi vida son dos folios que escribo a la mañana,sarpullido de letras que nacen en revueloy acaban componiendo una frase atrevida,sin que yo las dirija ni busque compromisos […]
EL VERBO HECHO VERSO
Mi vida son dos folios que escribo a la mañana,
sarpullido de letras que nacen en revuelo
y acaban componiendo una frase atrevida,
sin que yo las dirija ni busque compromisos
ni las complicidades que arguyen los lectores,
sino solo, aseguro,
dejarme que me lleguen,
se formen y me indiquen un consejo olvidado,
un mensaje pequeño,
un guiño imperceptible que me aparte y destroce
la espera de holocausto.
Y así hasta la mañana,
la mañana siguiente,
la mañana que sigo buscando las palabras
para vivir en ellas,
para vivir, al menos,
el sueño impenitente del verbo hecho verso.
Bajo las cloacas de fecales,la quimera patria ficción,corre, salta, hiere:vomita las aguas.Las ratas,asoman a la luz de las farolas; […]
Bajo las cloacas de fecales,
la quimera patria ficción,
corre, salta, hiere:
vomita las aguas.
Las ratas,
asoman a la luz de las farolas;
excarceladas de su sombra negruzca,
barruntan sus vergüenzas
con las tripas llenas:
las calles desiertas son abatidas.
El autor
Ciudad FuturaNo quiero vercómo descarnas tus pies en los aceros,negros y sublimes,hierros de gélido silencio, […]
Ciudad Futura
No quiero ver
cómo descarnas tus pies en los aceros,
negros y sublimes,
hierros de gélido silencio,
bajo el estrépito agudísimo de un tren niño,
ni cómo habitas con la maldición de los girasoles,
el arcén de la vida,
arquitectura sin piel del tiempo infinito,
ciudad futura que a todos nos cobija,
protegidos con una fina película de maquillaje
para preservar el rostro
de una luz inhabitable
allí donde las manos no llegan,
y los abrazos claudican.
LOS OJOS DE PINOCHOLos ojos, fueron lo más difícil.He utilizado una barrenita,Pinocho llorabay gritaba:[…]
LOS OJOS DE PINOCHO
Los ojos, fueron lo más difícil.
He utilizado una barrenita,
Pinocho lloraba
y gritaba:
«papá, para, me duele demasiado».
Lo emborraché con un poco de ron
pero no me detuve
en mi trabajo…
¡por dos lagrimitas!
Es deber de un buen padre
que su hijo
pueda ver las cosas
tal como las ve
la gente decente.
Raquel Vázquez (Lugo, 1990) es licenciada en Filología Hispánica. En narrativa, ha sido ganadora de varios concursos de microrrelatos («Concurso de Microrrelatos Etnosur», «Microrrelato gótico americano» de la FNAC), además de aparecer en diversas antologías de este género breve, entre ellas PervertiDos (2012). En poesía, aparte de distinciones en diferentes certámenes, ha publicado Por el envés del tiempo (2011), Premio Poeta Juan Calderón Matador, Pinacoteca de los sueños rotos (2012), y Luna turbia (2013), Premio de Poesía Joven Gloria Fuertes. Tiene un blog personal, Niebla eterna (http://nieblaeterna.blogspot.com), y colabora en Documenta mínima.
Es La estirpe del aire un poemario que supone otra vuelta de tuerca en la percepción de la realidad humana, con una carga lírica de tal intensidad, con tanta fuerza visual en todos y cada uno de sus versos que los mismos devienen en la forma de un aleph a través del cual se puede contemplar la «traición de destinos» que son nuestra cruz, la jarra de todas nuestras desgracias y también el águila implacable que, al despertar a la luz artera, cada día nos arranca el hígado, el que en el principio fuera genésico núcleo del fuego purificador. Por todo ello, no resulta nada arriesgado (ni petulante) afirmar que La estirpe del aire no solo se lee sino que también se visiona, como una serie de fotogramas desplegados en el espectro de la luz vencida, como marcas y signos de un tiempo del que inútilmente pretendemos despojarnos por nuestro desdoblamiento en esencia natural, arrancada del Alma Absoluta, y, a la vez, en cosa emponzoñada por la ignorancia y el dolor rubeniano de ser vivo.
¿Y entonces? Entonces nada. Relajémonos y pensemos. Aún nos queda mucho camino por recorrer, si es que antes el espejo no se rompe en mil pedazos.
Miguel Ávila Cabezas
Ceuta, febrero de 2014
ICansado de mascar palabra tras palabra,un día me dije: «Prueba el silencio».Y a partir de entonces fuela verdadera poesía:[…]
I
Cansado de mascar palabra tras palabra,
un día me dije: «Prueba el silencio».
Y a partir de entonces fue
la verdadera poesía:
sin gritos, ni estridencias, ni requiebros de amor
enmohecidos. Bebí la luz.
Soy libre.
Desde muy temprano, Juan García ha advertido un urbanismo poético en la ciudad de Granada afín a sus sentimientos. Un trazado de terminaciones nerviosas que discurren paralelas a las calles, y donde el amor, la soledad, el deseo o la desolación, se diluyen en grandes extensiones de asfalto.
Este urbanismo, contado a veces de forma desgarradora, otras veces refugiado en un lenguaje dócil y envuelto de inocencia, podría ser un viaje hacia el interior del poeta, y finalmente, su propia concepción de la poesía: un espacio donde mostrar las pasiones humanas.
Un idioma, donde lo urbano y lo carnal se confunden, que se ha ido extendiendo a otras ciudades o a otros países, que ha ido cambiando o atravesando pasos fronterizos; como lo han hecho los propios sentimientos del poeta.
Cartografía humana es el final de este recorrido poético.
Este Cancionero tiene varias lecturas, todas ellas compatibles entre sí:
Como un compendio de letras flamencas independientes y que por tanto pueden interpretarse sin más, escogiendo aquellas que mejor se adapten al estilo de la cantaora o del cantaor correspondiente.
Como una obra teatral de flamenco de cante jondo, donde un recitador va dando entrada a los diferentes palos flamencos que conforman la obra y que tienen un objetivo común, que es expresar una historia de amor entre un gitano y una dama de alcurnia.
Y como una Rapsodia flamenca, que a símil de los poemas de Homero recitados en la antigua Grecia por cantores de aquellos tiempos, forma una composición de fragmentos de prosa poética que son declamados e incluso cantados, por un rapsoda que interpreta el sentimiento de lo que transmite, alternando con un grupo flamenco, entre palo y palo, que a su vez expresa con su música y su cante, una historia de la discriminación gitana, entremezclada con una de las historias de amor más bellas jamás contada.
Es por tanto muy difícil encuadrar con certeza el género al que corresponde este Cancionero, tal vez, ¿una recopilación de letras flamencas?, ¿un libro de poesía?, ¿una pequeña obra teatral?, etcétera.
Sin embargo, yo prefiero encuadrarlo como una Rapsodia flamenca, de poemas y palos flamencos, llenos de poesía y de la idiosincrasia de un pueblo genuino, el que puebla Andalucía.
Todo ello está basado en la novela La condesa de la Alhambra.
DESPERTARSiete de la mañana: un aguijónde epiléptica abeja me desgarrael himen fragilísimo del sueño,los tímpanos y el alma embelesada […]
DESPERTAR
Siete de la mañana: un aguijón
de epiléptica abeja me desgarra
el himen fragilísimo del sueño,
los tímpanos y el alma embelesada
en la onírica y plácida penumbra
que cobija mi cuerpo bajo mantas.
Siete flechas me hieren, como siete
serpientes que durmieran en mi cama,
como siete carámbanos rajándome
el corazón, los ojos y la espalda.
La pereza parece ser propicia
si a las siete, con siete bofetadas,
el puño polifémico del tiempo
me horada el esternón y la garganta,
y con música rock o un blues sinfónico,
o el agudo sonar de una campana,
vocifera; «¡despierta, gilipollas,
espabila, despiértate, levanta!».
…
Jerónimo Marín nació en Granada en 1984. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho por la Universidad de Granada, ha participado con éxito en diversos certámenes locales de poesía. En 2004 fue galardonado con el segundo premio del 25.º Certamen de Poesía «Huerta de San Vicente» (Granada), convocado anualmente por la Asociación de Vecinos Camino de Ronda en homenaje a Federico García Lorca. En marzo de 2006 recibió el tercer premio del Certamen de Poesía «Alea Blanca» (Granada), organizado por la editorial granadina del mismo nombre, en colaboración con la Universidad de Granada y el café Anais, entre otras instituciones. En abril de 2008, como consecuencia de este último premio, publica su primer poemario, Fantasmas del Insomnio (Editorial Alea Blanca, Serie Catacumba, Granada, 2008).
El presente libro es un conjunto de latidos, de recuerdos, de ensoñaciones, de variados sentimientos y de relatos, compuesto por 41 poemas distribuidos en tres libretos titulados Versos en la Madrugada, Memoria del Tiempo y Veladas Ironías, en los que el autor ha reunido su producción poética de los últimos cuatro años, rescatando también cinco composiciones que formaron parte de los poemarios “Entre los sauces” y “En el remanso de tu oasis”.
Del poema ‘INSTANTES ATRAPADOS EN EL PASADO’
…Fueron momentos atrapados
en el pasado más cercano,
profecías de un futuro por diseñar
y que hoy nos acompaña,
resonancias de una dilatada vida
a la que vamos sumando anuarios,
brotes del árbol que mañana nos cobijará
bajo su sombra.
Son los recuerdos que nos conforman,
el equipaje donde almacenamos lo que fuimos,
los amores y desamores evocados en los sueños,
la caja fuerte de la que apenas recordamos la contraseña.
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